Cómo utilizar el video para captar clientes potenciales
En 30 segundos
La dificultad de los procesos automatizados de captación y cualificación de leads es evidente. Cualquier herramienta que pueda facilitar los mismos es de gran ayuda, no sólo para aumentar la eficacia sino para mejorar el propio proceso. La utilización de los videos personalizados ha significado un salto cualitativo en muchos de los aspectos clave.
¿Digital o personal?
La digitalización de muchos de los procesos de marketing usando herramientas y plataformas tecnológicas ha significado un cambio decisivo en el alcance de estas acciones.
La combinación de la omnicanalidad con la progresiva sofisticación de las posibilidades de contacto, y el inmenso volumen de datos generados y analizados ha mejorado el resultado en todas y cada una de las fases del ciclo de vida del cliente.
Todos y cada uno de los “momentos de la verdad” han perfeccionado los mecanismos y ofrecen una experiencia al cliente potencial, y al cliente real, que mejora la percepción de la marca, genera emociones, ganas de interacción y, en definitiva, favorece las intenciones de compra.
En este entorno, los ejecutivos de marketing y de comunicación se han convertido en los primeros inversores en tecnología aplicada a los cliente en todas las opciones y variantes posibles existentes.
Pero no todo es de color de rosa. El canal digital es, como no puede ser de otra manera, “digital”. No es humano, no es personal. Estas experiencias han ganado en velocidad y automatización, pero a costa de ser más frías, lejanas o de difícil interacción o diálogo entre cliente y marca.
La experiencia de cliente híbrida
Hay soluciones que están ayudando a las empresas a reducir este gap, que están consiguiendo eliminar esta distancia y colocarse, cuando menos, a medio camino aportando lo que podríamos llamar una experiencia híbrida.
La frialdad digital versus la proximidad de una experiencia muy personalizada y por ende, muy próxima y relevante.
Una de estas soluciones combina la capacidad de comunicación del video, con la utilización de datos de los clientes o prospectos, la inclusión de interacción a medida, y la capacidad de medir y conocer la reacción de cada cliente a la comunicación.
En el proceso de captación de leads y de su posterior cualificación, tener la capacidad de personalizar una oferta, una respuesta, una experiencia, en tiempo real tiene un impacto relevante en los resultados de la misma.
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Una experiencia personalizada
Por ejemplo, en el momento actual, en el que la preocupación por el coste de la energía lleva a muchas personas a buscar alternativas que les ayuden a ahorrar en la factura de cada mes.
Las alternativas clásicas son la información telefónica (de la que todos huimos por complicada e insistente), o bien a través de la web, rellenando un formulario que permite introducir una serie de datos sobre el consumo actual y características de la tarifa en vigor para obtener una información por email.
Sin embargo, hay alternativas más adecuadas a las expectativas y necesidades del cliente potencial.
Aprovechando la misma información recogida en el formulario, se puede crear un video de asesoramiento personalizado en tiempo real. En pocos segundos, el interesado tiene a su disposición un asesor virtual, que le explica de manera detallada cuáles son sus opciones y la recomendación personalizada para su caso concreto.
El video integra los sistemas de información y seguimiento necesarios para seguir dando respuesta a las necesidades de cada cliente, ya sean accesos a un live chat, un bot, un centro de atención al cliente o enlaces a áreas con contenido digital de valor.
Conclusión
Los videos personalizados permiten generar e integrar experiencias que impactan en la audiencia, humanizan unos procesos digitales que son, por defecto, fríos y distantes.
Consiguen equilibrar lo digital con la cercanía del trato personal. Añaden un diálogo multicanal que pocos formatos son capaces de establecer, y métricas detalladas para mejorar en cada interacción.
La utilización del formato vídeo consigue mejorar de forma exponencial la experiencia de cliente a lo largo de todos los “momento de la verdad” del ciclo de vida del cliente, de manera muy automatizada y segura.